SÉPTIMO DÍA

Hoy jueves, los profesores nos han llevado después de la primera clase a los españoles a un museo histórico sobre Hamburgo. Allí, una guía extremeña nos han explicado (con un gracioso acento extremeño-alemán) como evolucionó la ciudad a lo largo de los años. 

Nos ha contado cosas muy curiosas como que la gente enterraba a los perros para que sus espíritus guardaran la casas de los malos espíritus, como cuando en vida ejercían de guardianes y protectores de la casa. O la cantidad de incendios, epidemias y catástrofes que ha sufrido la ciudad.

También nos ha contado la leyenda del pirata Klaus Störtebeker, en la que se cuenta como el pirata, condenado a muerte junto con sus hombres, hace un trato con el alcalde pidiendo que se le decapitara de pie y sus hombres en fila a su lado, y todos aquellos que fuesen alcanzados por el cuerpo andante sin cabeza del capitán se salvarían de la condena. Mas el verdugo, cuando vio que el cuerpo sin vida echaba a andar, se asustó y le puso la zancadilla y solo 11 hombre se salvaron. 

Tras la visita hemos dado un paseo en barco y subido a una especie de torre con unas increíbles vistas del puerto.

Después, las profesoras nos han invitado a un helado de nuevo y hemos ido al colegio a recoger a nuestros alemanes para irnos todos juntos (al fin) a un parque,que estaba muy lejos. Para llegar hemos tenido que coger el metro y el tren, aunque ha merecido la pena, no hay parques tan enormes en Logroño. 

(Evelyn y yo comimos currywurst, que son salchichas con ketchup y curry, y está buenísimo)